La inestabilidad político-económica en Brasil y en el mundo, exige que las empresas tengan una mirada dinámica para la gestión de riesgos.
En un escenario donde los cambios ocurren rápidamente, cualquier influencia de cuño político, tecnológico o económico, puede desestabilizar una empresa y crear incertidumbres y presión para una organización.
Actualmente, es casi imposible encontrar una empresa que no viva en un entorno de inestabilidad y competitividad creciente. Esto requiere que sus accionistas tengan una mirada innovadora con una gestión ágil y transparente de los recursos de la compañía.
En este sentido, además de la necesidad de tener un consejo de administración para discutir las estrategias, controles, políticas internas y externas, es imprescindible que las empresas tengan total control de su planificación financiera.
A través del modelado financiero, los consejeros tendrán soporte en la planificación estratégica y en la toma de decisiones. Con ella, será posible estimar resultados para proyectos específicos, además de posibilitar la simulación de diversos escenarios orientados para la gestión de riesgos y para la evaluación de nuevas inversiones.