En el segundo bimestre de 2017, la reducción de Selic al 11,25% y los rumores de mejores expectativas de la economía, tienden a forzar la reducción de las tasas de interés practicadas por el sector bancario e impulsar las renegociaciones de deudas.
Aunque el escándalo político ha alcanzado los mercados de cambio y la bolsa de valores, el número de fusiones y adquisiciones en el mercado interno se está apalancando y la percepción de boutiques de M&A y banqueros de inversión es que la economía brasileña está en un punto de inflexión, con el ánimo nuevo para potenciales compradores.
En el sector alimenticio, las transacciones de private equity y las inversiones en participación accionaria se han anunciado, por ejemplo, la adquisición del 20% del capital social de la brasileña CBL Alimentos, antigua Betania, empresa alimentaria especializada en el procesamiento de leche y producción de derivados, con unidades industriales en Ceará, Pernambuco y Sergipe. Otra transacción relevante en el sector es la adquisición del 40% de los Lacticinios Porto Alegre por EMMI, empresa suiza de productos lácteos, fortaleciendo la actuación de la empresa en América del Sur, atestando el interés de empresas extranjeras por el potencial de consumo de productos lácteos en Brasil.
En momentos de recuperación de crisis, problemas de liquidez y retracción del consumo, el tema Fusiones y Adquisiciones se calientan y se convierten en una fuerte estrategia para reestructuración de empresas. Tratando del sector alimenticio, aunque las transacciones ocurridas en los últimos años tienen alto valor, el segmento sigue siendo muy regionalizado y pulverizado, haciendo de este mercado un fuerte objetivo de consolidación por adquisiciones.
