En la década de los 90, hubo por parte de España, en la frontera con Portugal un uso desordenado de agua, provocando una saturación hídrica en el Valle del Alentejo, gran productor de uvas y vinos.
Un grupo de productores de la región de Portugal afectada, buscó solución en una de las Universidades Americanas, en el estado de California, que a su vez, indicó técnicos de Israel, expertos en el asunto.
El equipo técnico de C&S había trabajado con los israelíes en el proyecto de fruticultura irrigada en el Valle del Río São Francisco, en el municipio de Neópolis, Sergipe. El grupo de técnicos brasileños e israelíes, después de un estudio, elaboró un proyecto de recuperación hídrica para el Valle del Alentejo que fue presentado a los empresarios portugueses, que dieron marcha a su implantación.
