Los Olivos en Europa 1 – El Continente Europeo y las Oportunidades de Negocios

Hace un mes en territorio europeo en la misión de entender el mercado, captar sus necesidades, observar sus oportunidades, sus particularidades y su inmensidad de posibilidades de negocios, presento una brevísima visión brasileña enfocada en este antiquísimo continente, sin ninguna pretensión de agotar el asunto, sirviendo de aperitivo para el emprendimiento recíproco.

Hay muchos puntos que merecen atención, desde el estilo de vida, la calidad de los productos y servicios, las personas y el contexto que se insertan, que alteran radicalmente la forma y los objetivos de los negocios. Ciertamente, casi inagotables las particularidades de cada país o región europeas frente a las demás nacionalidades, entre ellas, Brasil.

En todo instante, el pensamiento por qué esto o aquello no tiene todavía en Brasil. O, aún, en el pensamiento inverso, que tal amigo o empresa brasileña se daría muy bien en esa región. Llama la atención que la respuesta, tal vez bastante simple, sea por el hecho de que nadie haya emprendido en ese sentido.

La diferencia cultural puede ser una de las barreras para esta introducción. Por ejemplo, muy probablemente en Alemania no habrá una demanda para el «chimarrão gaúcho», así como en Minas tal vez no se tenga interés en el Spritz italiano, bebida a base de Aperol, muy famosa y con variantes regionales.

Sin embargo, el aprecio por la calidad es un llamamiento universal. Al encontrarnos con un producto realmente muy bueno, hay un interés en saber más sobre él, cómo funciona, su relevancia en el mercado interno y, invariablemente, comparar con el producto similar en Brasil que más se le parece, si existe. Y viceversa, pues al final, también muchos productos brasileños son muy buenos y tienen mucho aprecio en Europa, o podrían tener, si fueran adecuadamente insertados en ese mercado.

Las necesidades primarias priorizan la consolidación de los productos y servicios básicos, mientras que una situación de mayor estabilidad económica favorece un producto o servicio más sofisticado o de mayor calidad. Creo que esta diferencia de momento económico explica mucho las diferencias que verifico en la vida y el consumo en Italia, donde me encuentro, por ejemplo.

Un buen producto brasileño puede y debe ser introducido en el mercado externo con mucho orgullo. Y, humildemente, rendirse y aprender en cuanto a la calidad no sólo de servicios y productos, sino también procedimientos de organización, gestión, ejecución y, por qué no, también objetivos de vida. Después de todo, Brasil es un joven con mucha ganas de vencer. Y Europa, con sus muchos cientos de años de experiencia, puede ser un canal muy importante en esta etapa.

 

¡Arrivederci!

Guilherme Oliveira

Transacciones Corporativas | Europa

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