El Presupuesto es una poderosa herramienta cuando hablamos de planeamiento y gestión de un negocio, pues posibilita que el emprendedor conozca minuciosamente sus ingresos, costos y gastos, además de proporcionar una visión a largo plazo que será muy útil en la formulación de escenarios.
La primera gran ventaja que un buen presupuesto trae a la Compañía es el hecho de lograr medir si sus proyecciones están siendo cumplidas y, si no, se pueden tomar acciones a tiempo para que el resultado final planificado sea cumplido.
Realizando este trabajo de seguimiento entre las cuentas presupuestadas y realizadas mensualmente, se creará una base histórica que será de gran valor en el entendimiento del comportamiento de la estructura de ingresos y gastos de la empresa, facilitando la elaboración de presupuestos futuros.
Con un presupuesto definido, cada área de la compañía podrá acompañar sus metas, quitando la centralización de esa actividad de las manos del emprendedor, que podrá enfocarse en actividades más estratégicas de la empresa. El equipo de ventas sabrá de antemano si la Receta de los Productos Vendidos o no alcanzará la meta y con ello podrán actuar activamente para alcanzar el resultado presupuestado. De la misma manera, si los valores con compras de materiales de oficina son altos, el departamento administrativo puede comenzar a reevaluar las compras, además de buscar alternativas más baratas para el suministro.
Mucho más que diseñar un flujo de caja, el presupuesto hace que el emprendedor piensa en cuánto de dinero será asignado en cada parte de la empresa y eso incluye cuánto será destinado para el crecimiento del negocio. Un crecimiento estructurado permite tranquilidad en la búsqueda de una ventaja competitiva.
